La Biblia dice que Dios desea que todos los creyentes se reúnan para adorar, enseñar, y servir. Pero al pensar en lo que la iglesia es en realidad, tú no vas a la iglesia; tú eres la iglesia. Ser cristiano es estar comprometido con otros creyentes de manera habitual.
Asistir a una iglesia que te da la bienvenida, te ayuda a crecer y te da la oportunidad de usar tus dones espirituales es una manera en la que puedes madurar como creyente nuevo. No siempre es fácil vivir una nueva vida, y necesitarás el apoyo y el mentoreo que te darán.