El cristianismo es único en que Jesucristo se levantó de entre los muertos. Toda la fe cristiana se sostiene o cae en torno a la veracidad de la resurrección, a la cual un gran historiador identificó como el hecho mejor verificado en la historia.
El cristianismo también es único porque presenta a Dios como quien toma la iniciativa y se acerca a los seres humanos. Las demás religiones tienen origen en el ser humano y representan el intento de la humanidad de elevarse hacia Dios. El cristianismo tiene su origen en Dios. Las demás religiones tienen su origen en los seres humanos.
Otro asunto importante es que el cristianismo no consiste tanto en una religión, aunque ha llegado a serlo, sino en una relación. Jesús no vino para establecer una nueva religión. Vino para restaurar nuestra relación con Dios. Por eso el cristianismo no se compone de reglas y normas que deben obedecerse, sino en una relación personal con Dios a la que tenemos acceso como regalo.
La salvación personal no es algo por lo cual tengas que esforzarte o merecer. En realidad, es imposible lograrla. Es un regalo gratuito que Dios te da. Lo recibes por fe: por arrepentirte de tus pecados, depositar tu fe en Jesucristo, y recibir el perdón de Dios. Cristo entra en tu vida por medio del Espíritu Santo y te da el poder necesario para vivir la vida cristiana.