El texto del Antiguo Testamento fue escrito en hebreo y en arameo a lo largo de un periodo de aproximadamente 1.000 años, comenzando con Moisés y extendiéndose hasta el periodo persa después del retorno a Judá de los judíos en el exilio. Es un libro antiguo y sus secciones más antiguas fueron escritas hace alrededor de 3.500 años. Esto significa que los lectores actuales encontrarán en ella partes difíciles de entender.
Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos en griego durante el primer y segundo siglo d. C., y el último de ellos se escribió no más allá del año 150 d. C. El Nuevo Testamento nos habla de Jesucristo y de la primitiva iglesia cristiana, y presenta las principales enseñanzas del cristianismo.
Los escritos de ambos Testamentos fueron cuidadosamente preservados y copiados de manera meticulosa palabras por palabra a lo largo de los años, hasta que la invención de la imprenta facilitó la producción de copias.